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Claudia

16 de enero de 2019

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Querida hija, si volvieras a nacer te regalaría nuevos aprendizajes. Si volviera atrás, creería más en mi. Me hubiera priorizado a mi misma para enseñarte con mi ejemplo, a priorizarte. 

Si volviera atrás, hubiera sanado mi niña interior para poder sostenerte y criarte más conscientemente. Si volviera atrás, me vería nítidamente, para que te vieras a tí misma y vieras la belleza que veo en tí y a través de tí. 

Si volviera atrás, hubiera transitado mi propio miedo para no proyectarlo en tí. Si volviera atrás, correría como una loba a protegerme del dolor, cuidarme y sanarme para no volcarlo en tí. 

Querida hija, si volviera atrás, te hubiera enseñado con mi ejemplo que por muy amenazante que sea el entorno, debes encontrar la seguridad en tí, porque yo la siento dentro de mí. Si volviera atrás, hubiera elegido revisar mis creencias y mi propia historia, para que a través de tí no se repita lo pendiente en nuestro árbol familiar. 

Querida hija, si volviera atrás, te ofrecería un suelo firme, estable y seguro donde crecer en calma y paz. Querida hija, si volviera atrás, te brindaría mi mayor respeto, porque yo me respeto. 

Querida hija, si volviera atrás, elegiría sanar mis relaciones afectivas y mostrarte que la familia es un espacio seguro. Si volviera atrás, elegiría amarme a mi misma para enseñarte que es el auténtico amor. 

Si volviera atrás... Amor mío, no puedo volver atrás. 
La maternidad me ha atravesado y he dado lo mejor que sabía dar, con mi propia historia de hija que también fuí y mi experiencia encarnada.

Hemos llegado aquí de la forma que teníamos que llegar. La una a la otra. Conectadas por el vínculo que sostiene la vida, lo salvaje, el ciclo vital del origen. Querida hija, estoy aquí. Estás aquí. Dos mujeres adultas que se miran a través de un cristal, sin máscaras. Con cruda honestidad. Me reflejo en tí. Te reflejas en mí. Madurez es lo que veo. El paso del tiempo. Un viaje que viene de lejos, antes incluso de tu llegada al mundo. Te amo.

Con todo mi cariño, para ellas.

Claudia
Noviembre 2023
claudiamanero
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Querida hija, si volvieras a nacer te regalaría nuevos aprendizajes. Si volviera atrás, creería más en mi. Me hubiera priorizado a mi misma para enseñarte con mi ejemplo, a priorizarte. Si volviera atrás, hubiera sanado mi niña interior para poder sostenerte y criarte más conscientemente. Si volviera atrás, me vería nítidamente, para que te vieras a tí misma y vieras la belleza que veo en tí y a través de tí. Si volviera atrás, hubiera transitado mi propio miedo para no proyectarlo en tí. Si volviera atrás, correría como una loba a protegerme del dolor, cuidarme y sanarme para no volcarlo en tí. Querida hija, si volviera atrás, te hubiera enseñado con mi ejemplo que por muy amenazante que sea el entorno, debes encontrar la seguridad en tí, porque yo la siento dentro de mí. Si volviera atrás, hubiera elegido revisar mis creencias y mi propia historia, para que a través de tí no se repita lo pendiente en nuestro árbol familiar. Querida hija, si volviera atrás, te ofrecería un suelo firme, estable y seguro donde crecer en calma y paz. Querida hija, si volviera atrás, te brindaría mi mayor respeto, porque yo me respeto. Querida hija, si volviera atrás, elegiría sanar mis relaciones afectivas y mostrarte que la familia es un espacio seguro. Si volviera atrás, elegiría amarme a mi misma para enseñarte que es el auténtico amor. Si volviera atrás... Amor mío, no puedo volver atrás. La maternidad me ha atravesado y he dado lo mejor que sabía dar, con mi propia historia de hija que también fuí y mi experiencia encarnada. Hemos llegado aquí de la forma que teníamos que llegar. La una a la otra. Conectadas por el vínculo que sostiene la vida, lo salvaje, el ciclo vital del origen. Querida hija, estoy aquí. Estás aquí. Dos mujeres adultas que se miran a través de un cristal, sin máscaras. Con cruda honestidad. Me reflejo en tí. Te reflejas en mí. Madurez es lo que veo. El paso del tiempo. Un viaje que viene de lejos, antes incluso de tu llegada al mundo. Te amo. Con todo mi cariño, para ellas. Claudia Noviembre 2023
hace 2 semanas
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Agotamiento, cansancio, peso, represión, lucha, muerte, vida. El cansancio ha llegado a tí. 

No puedes moverte. No quieres moverte. Abrigate con él; como un cálido rayo de Sol en un frío mes de invierno. 

Allí, abajo, en el más profundo océano, la quietud aparece. El más absoluto silencio. La entrega al vacío. Paz.

La naturaleza lo sabe. Es momento de parar. Como la blanca y brillante nieve que todo lo cubre; para detenerte, para abrigarte, para silenciar tu mundo y protegerlo del ruido.

Quédate contigo. Quédate con él. Acoge su abrazo. No tengas miedo. Anídate, acúnate. El cansancio te coge de la mano. Te sostiene. No es tu enemigo. Es tu aliado.
Déjate. Entrégate a él.

Podría morir sepultada por la nieve, pero justo allí, en el exhausto agotamiento, en la verdadera rendición, en ese lugar vacío... reside la más grande fortaleza interior. 
Como la semilla en la tierra, renaceré.
claudiamanero
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Agotamiento, cansancio, peso, represión, lucha, muerte, vida. El cansancio ha llegado a tí. No puedes moverte. No quieres moverte. Abrigate con él; como un cálido rayo de Sol en un frío mes de invierno. Allí, abajo, en el más profundo océano, la quietud aparece. El más absoluto silencio. La entrega al vacío. Paz. La naturaleza lo sabe. Es momento de parar. Como la blanca y brillante nieve que todo lo cubre; para detenerte, para abrigarte, para silenciar tu mundo y protegerlo del ruido. Quédate contigo. Quédate con él. Acoge su abrazo. No tengas miedo. Anídate, acúnate. El cansancio te coge de la mano. Te sostiene. No es tu enemigo. Es tu aliado. Déjate. Entrégate a él. Podría morir sepultada por la nieve, pero justo allí, en el exhausto agotamiento, en la verdadera rendición, en ese lugar vacío... reside la más grande fortaleza interior. Como la semilla en la tierra, renaceré.
hace 2 meses
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A veces hay que dejar que todo se destruya. No corras detrás de alguien que ya sabe dónde estás.

Habla desde tu verdad. Sin miedo. El amor llegará. Querer agradar te distorsiona. No hay originalidad. No puedes encajar.

No es lo que siento por tí.
Es cómo tu me haces sentir. 
Son cosas muy distintas. 

Te veo. Te reconozco. Te comprendo. Creo que luchas contra tí y en momentos te escuchas. Amo tu creatividad, tus muecas al sonreir, tu elocuencia. Siento tu fuerza, tu rabia, tu sexualidad, tu deseo. Veo tu necesidad. Descanso, cariño, sentirte amado. Veo tu vulnerabilidad. Control. Ternura. Relación. Te reconozco por ello. Veo el potencial, pero en este momento a tu lado no me siento elegida, atendida, ni valorada. Me siento pequeña e insegura. No tengo alas. Me colocas en un lugar donde veo oscuridad. No estoy bien. 

No es lo que siento por tí.
Es como tu me haces sentir. 

En este momento, elijo destruirme.
En este momento, elijo destruírte.
En este momento, elijo que nos destruyamos.

En el cristal, un avión reflejado desde el más alto cielo, me dice que siga volando.

Reconozco lo que es.
Soltar.

Si eres tú, llegarás a mí.
claudiamanero
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A veces hay que dejar que todo se destruya. No corras detrás de alguien que ya sabe dónde estás. Habla desde tu verdad. Sin miedo. El amor llegará. Querer agradar te distorsiona. No hay originalidad. No puedes encajar. No es lo que siento por tí. Es cómo tu me haces sentir. Son cosas muy distintas. Te veo. Te reconozco. Te comprendo. Creo que luchas contra tí y en momentos te escuchas. Amo tu creatividad, tus muecas al sonreir, tu elocuencia. Siento tu fuerza, tu rabia, tu sexualidad, tu deseo. Veo tu necesidad. Descanso, cariño, sentirte amado. Veo tu vulnerabilidad. Control. Ternura. Relación. Te reconozco por ello. Veo el potencial, pero en este momento a tu lado no me siento elegida, atendida, ni valorada. Me siento pequeña e insegura. No tengo alas. Me colocas en un lugar donde veo oscuridad. No estoy bien. No es lo que siento por tí. Es como tu me haces sentir. En este momento, elijo destruirme. En este momento, elijo destruírte. En este momento, elijo que nos destruyamos. En el cristal, un avión reflejado desde el más alto cielo, me dice que siga volando. Reconozco lo que es. Soltar. Si eres tú, llegarás a mí.
hace 2 meses
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3/6
Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma. Leía de Manuel: La realización acontece con la plena aceptación de la falta, no con su rechazo. Aquí están las piedras y aquí mi corazón. 

Hacía tiempo que no veía tanta belleza en un texto tan profundo y duro de comprender.

Aceptar la falta que hay entre nosotros, nos libera. Abrimos juntos un espacio para el reconocer. Un espacio para deshacer el ideal, un espacio de aceptación consciente donde sostener la frustración. Me equivocaré. Haré cosas que no llenen tus expectativas, diré cosas que no encajen con tus ideales, ni con tus valores. Harás cosas que me decepcionen. Dirás cosas que me alejarán de tí y me colocaré en ese lugar de recogimiento, a la espera que te des cuenta. Esperarte seguirá siendo un acto de rechazo a la falta.

La liberación aparecerá en el momento en que nos hablemos con honestidad, con bella crudeza, aún con miedo. Entregarnos al acto íntimo de reconocer lo que es.

Desde ese lugar de aceptación consciente, te veo plenamente. Desde ese lugar, me ves. Solo así.

Solo así existirá el verdadero contacto que abre una nueva dimensión en nuestra auténtica relación. En nuestro más puro y bello relacionarnos.

Amor y dolor, se pertenecen.

Claudia
claudiamanero
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Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma. Leía de Manuel: La realización acontece con la plena aceptación de la falta, no con su rechazo. Aquí están las piedras y aquí mi corazón. Hacía tiempo que no veía tanta belleza en un texto tan profundo y duro de comprender. Aceptar la falta que hay entre nosotros, nos libera. Abrimos juntos un espacio para el reconocer. Un espacio para deshacer el ideal, un espacio de aceptación consciente donde sostener la frustración. Me equivocaré. Haré cosas que no llenen tus expectativas, diré cosas que no encajen con tus ideales, ni con tus valores. Harás cosas que me decepcionen. Dirás cosas que me alejarán de tí y me colocaré en ese lugar de recogimiento, a la espera que te des cuenta. Esperarte seguirá siendo un acto de rechazo a la falta. La liberación aparecerá en el momento en que nos hablemos con honestidad, con bella crudeza, aún con miedo. Entregarnos al acto íntimo de reconocer lo que es. Desde ese lugar de aceptación consciente, te veo plenamente. Desde ese lugar, me ves. Solo así. Solo así existirá el verdadero contacto que abre una nueva dimensión en nuestra auténtica relación. En nuestro más puro y bello relacionarnos. Amor y dolor, se pertenecen. Claudia
hace 2 meses
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4/6
Redes. Pueden ser de pesca, de animales marinos. Redes. Pueden ser sociales. Redes, de seres humanos.

La red puede ser un nudo de conexión o un limite de restricción. El límite es una restricción. La red nos limita. Hay un punto donde ya no se puede avanzar. Donde no se puede crecer. No hay desarrollo. 

Pueden servir al propósito de atrapar, de limitar, de excluir, de controlar, de retener, de negar, de reclutar, de restringir, de cazar, de manipular, de anular o también pueden servir al propósito de conectar. 

La red suele almacenar, delimitando el entorno exterior del interior. Y aunque en la red estamos todos y quizás no te sientes solo, jamás hubo una red igual que nos atrapara, nos limitara y nos anulara tanto como ésta, sin estar nosotros almacenados en el interior.

Esta red te atrapa desde la libertad de la montaña, de la abrupta naturaleza, desde la libertad del cielo despejado, camino al mismo Universo. No hay limite exterior. No hay red real. Pero permaneces en el centro de ella, inmóvil, anulado, desconectado y sin contacto real.

Red. Del latín "rete". En griego, de su etimologia salió la palabra "eremita"... el que vive en soledad.

Claudia, Octubre 2023
Barcelona
claudiamanero
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Redes. Pueden ser de pesca, de animales marinos. Redes. Pueden ser sociales. Redes, de seres humanos. La red puede ser un nudo de conexión o un limite de restricción. El límite es una restricción. La red nos limita. Hay un punto donde ya no se puede avanzar. Donde no se puede crecer. No hay desarrollo. Pueden servir al propósito de atrapar, de limitar, de excluir, de controlar, de retener, de negar, de reclutar, de restringir, de cazar, de manipular, de anular o también pueden servir al propósito de conectar. La red suele almacenar, delimitando el entorno exterior del interior. Y aunque en la red estamos todos y quizás no te sientes solo, jamás hubo una red igual que nos atrapara, nos limitara y nos anulara tanto como ésta, sin estar nosotros almacenados en el interior. Esta red te atrapa desde la libertad de la montaña, de la abrupta naturaleza, desde la libertad del cielo despejado, camino al mismo Universo. No hay limite exterior. No hay red real. Pero permaneces en el centro de ella, inmóvil, anulado, desconectado y sin contacto real. Red. Del latín "rete". En griego, de su etimologia salió la palabra "eremita"... el que vive en soledad. Claudia, Octubre 2023 Barcelona
hace 2 meses
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- ¿De dónde viene la consciencia? - No sé de donde viene, pero al igual que al nacer no venimos del padre y la madre, sino a través de ellos, la consciencia al igual que la vida viene de más lejos. - ¿Entonces, para qué sirve? - La experiencia y la consciencia están unidas por un hilo invisible. Cuando a través de lo fenomenológico o lo experiencial se adquiere un aprendizaje vital, queda integrado en la consciencia. La consciencia es irreversible. Lo aprendido nos ayuda a ver de un modo que ya no puede volver atrás. Al integrarlo en el Ser, el conocimiento no puede ser eliminado. Lo que ayer no veía, ahora se transparenta a través de un cristal tan nítido, que en esa ventana ya no puedo ver oscuridad. Donde antes había vacío y sombra, ahora aparece la forma, el color y la luz. Puedo tener otros portales en oscuridad, pero esa ventana jamás volverá atrás. - ¿Y por qué ocurre esto? - Porque la lección fue dada y recibida. - ¿Cómo se adquiere? - Puede aprenderse racionalmente a través del conocimiento, pero sin la vivencia no se integra profundamente. Uno, una, puede leer un libro y vislumbrar la posible lección, pero sin la experiencia individual no puede calar en el Ser lo integrativo. Por eso no sirve leer o recibir un consejo. Es a través de la vida y el propio proceso que aprendo a integrar y elevar mi nivel de consciencia. - ¿Puedo aprender sin sufrir? - Ojalá pudiera ser así. Deseo una humanidad sin sufrimiento, pero es una quimera. El sufrimiento ayuda a profundizar. A ir adentro. Cuando todo va bien, ¿a quién le importa? Cuando me duele, es cuando atiendo. No es una verdad absoluta y hay quién no estará de acuerdo, pero el sufrimiento y dolor, que no son lo mismo, son grandes propulsores del cambio y para evolucionar hay que estar dispuesta a atravesarlos. Gracias al dolor, hay transformación. Por lo tanto, cuando siento sufrimiento y dolor, puedo estar segura que hay lección y con ello, las lentes a través de las cuales veo el mundo, a través de las que percibo la vida, se transparentan y me dejan ver una realidad que antes no podía ver. La paz y el estado de calma que otorga integrar mis lecciones pendientes, es absoluta. No hay marcha atrás.

Claudia.
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- ¿De dónde viene la consciencia? - No sé de donde viene, pero al igual que al nacer no venimos del padre y la madre, sino a través de ellos, la consciencia al igual que la vida viene de más lejos. - ¿Entonces, para qué sirve? - La experiencia y la consciencia están unidas por un hilo invisible. Cuando a través de lo fenomenológico o lo experiencial se adquiere un aprendizaje vital, queda integrado en la consciencia. La consciencia es irreversible. Lo aprendido nos ayuda a ver de un modo que ya no puede volver atrás. Al integrarlo en el Ser, el conocimiento no puede ser eliminado. Lo que ayer no veía, ahora se transparenta a través de un cristal tan nítido, que en esa ventana ya no puedo ver oscuridad. Donde antes había vacío y sombra, ahora aparece la forma, el color y la luz. Puedo tener otros portales en oscuridad, pero esa ventana jamás volverá atrás. - ¿Y por qué ocurre esto? - Porque la lección fue dada y recibida. - ¿Cómo se adquiere? - Puede aprenderse racionalmente a través del conocimiento, pero sin la vivencia no se integra profundamente. Uno, una, puede leer un libro y vislumbrar la posible lección, pero sin la experiencia individual no puede calar en el Ser lo integrativo. Por eso no sirve leer o recibir un consejo. Es a través de la vida y el propio proceso que aprendo a integrar y elevar mi nivel de consciencia. - ¿Puedo aprender sin sufrir? - Ojalá pudiera ser así. Deseo una humanidad sin sufrimiento, pero es una quimera. El sufrimiento ayuda a profundizar. A ir adentro. Cuando todo va bien, ¿a quién le importa? Cuando me duele, es cuando atiendo. No es una verdad absoluta y hay quién no estará de acuerdo, pero el sufrimiento y dolor, que no son lo mismo, son grandes propulsores del cambio y para evolucionar hay que estar dispuesta a atravesarlos. Gracias al dolor, hay transformación. Por lo tanto, cuando siento sufrimiento y dolor, puedo estar segura que hay lección y con ello, las lentes a través de las cuales veo el mundo, a través de las que percibo la vida, se transparentan y me dejan ver una realidad que antes no podía ver. La paz y el estado de calma que otorga integrar mis lecciones pendientes, es absoluta. No hay marcha atrás. Claudia.
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